Traslados de Spitfire a Malta

PRIMERA PARTE



Malta. Una espina clavada en la estrategia del Eje. Situada aproximadamente a la misma distancia de Alejandría o de Gibraltar, su posición en mitad del Mediterráneo era de un enorme valor estratégico.
Con un puerto excelente, Grand Harbour, de aguas profundas, y con tres aeródromos principales (en 1940), Takali, Luqa y Hal Far, los campos de aviación de Sicilia estaban tan sólo a 15 minutos de vuelo.
Esto la convertía en una plataforma ideal para el ataque tanto de los aeródromos, los puertos y las bases navales italianas del sur de la península, así como del tráfico marítimo entre ésta y el Norte de África.

La contrapartida era que, por supuesto, también era un blanco al alcance de la Aviación del Eje. Y ahí es donde la RAF había actuado con poca previsión, incluso de forma negligente, porque en 1940, aún encontrándose en Malta el Cuartel General de la RAF en el Mediterráneo, sus efectivos eran mínimos. Así, a primeros de junio de 1940, aparte de un puñado de Fairey Seal, Miles Magister y Gloster Gauntlet en Hal Far, la única defensa real de la isla consistía en cuatro Gloster Gladiator Mk I que el HMS Glorius había dejado en depósito en la base de hidroaviones de Kalaframa.Afortunamente, tras las primeras y escasas en número incursiones de la Regia Aeronáutica, durante ese mes llegaron los primeros refuerzos: algunos Hawker Hurricane Mk IA, a los que pronto se unieron aviones de ataque, Fairey Swordfish Mk I del 830º Sqn del Arma Aérea de la Flota.

Durante el resto de 1.940, los Británicos se aprovecharon de la escasa capacidad ofensiva de la Regia Aeronáutica, que a pesar de los valerosos esfuerzos de sus pilotos, no causó graves daños ni en la isla ni, lo que casi era más importante, a la línea de suministro marítima, por lo que los diferentes convoyes fueron llegando sin demasiados problemas. Se fueron suministrando cazas, aviones de ataque y de reconocimiento, fundamentales estos últimos para descubrir los convoyes que zarpaban de Italia para reforzar las tropas del desierto.

Pero cuando a comienzos de noviembre de 1940 la ofensiva italiana en Grecia empezó a desmoronarse, Hitler entendió que para salvar la poca credibilidad de su aliado iba a ser necesaria la intervención de la Wehrmacht en el sur, tanto en los Balcanes hasta Grecia como en el Norte de África. Por parte de la Luftwaffe, se le ordenó al X. Fliegerkorps del General Hans-Ferdinand Geisler que, entre otras misiones, cerrara el tráfico marítimo en el centro del Mediterráneo y anulara a Malta como base operativa, incluso contemplando una posible invasión de la isla más adelante.

La llegada del X. Fliegerkorps a la zona recortó de manera inmediata la libertad de operaciones de la Royal Navy en su misión de abastecimiento de la Malta. Los ataques a los convoyes fueron ganando en eficacia, así como los bombardeos en la isla. Así, de enero a marzo de 1941, la Luftwaffe consiguió la práctica superioridad aérea en la zona. A partir de entonces, los efectivos alemanes comenzaron a desplazarse hacia el este, y a finales de mayo, el X. Fliegerkorps trasladó su cuartel general desde Sicilia hasta Atenas, junto con sus unidades de combate, que se repartieron por Grecia y Creta, mientras que buena parte de su potencial se trasladaba a Alemania ante la inminente invasión de la URSS.

Así las operaciones contra Malta recayeron de nuevo en la Regia Aeronáutica, que si bien mantenía la presión con sus bombarderos-torpederos sobre los convoyes, no lograba lo mismo con la isla.Los Hawker Hurricane Mk I y Mk IIA eran capaces de mantener a raya a los bombarderos, mientras que se mostraban superiores, generalmente, a los Fiat CR.42 y Macchi MC.200 de escolta.Durante todo el verano los convoyes de suministros hasta el Norte de África sufrieron el castigo Aliado, perdiendo aproximadamente un 30% de sus cargas en cada viaje.En Septiembre, el General Erwin Rommel comunicaba al OKW que de mantenerse esta pérdidas, toda la estrategia alemana en la zona se iría al traste.Sus demandas fueron aceptadas: a pesar de la oposición de la Kriegsmarine, los sumergibles alemanes entrarían en el Mediterráneo.Su efecto no se hizo esperar, y en noviembre fueron hundidos el HMS Ark Royal y el HMS Barham.Además, se ordenó al Estado Mayor de la Luftflotte II del Mariscal Albert Kesselring que abandonara el frente oriental para trasladarse a Sicilia, junto con el II. Fliegerkorps al mando del General Bruno Loerzer.Su misión era la de asegurar los suministros al Africa Korps, interrumpir el tráfico Aliado de la zona, y arrasar de una vez a la molesta isla de Malta.

Una vez reunidas todas sus unidades, en enero de 1942 comenzaron de nuevo los ataques a gran escala sobre la isla.Y el asunto empeoró en marzo, cuando se reforzó al II. Fliegerkorps con elementos de los KG 54 de bombardeo y de la JG 3 "Udet" de caza.Por entonces, entre otros tipos, la Luftwaffe podía reunir unos 190 Junkers Ju 88A-4 y unos 115 Messerschmitt Bf 109F.

Pero ya desde enero estaba claro que los Hurricane no podrían mantener el control sobre la isla.Si se quería mantener la superioridad aérea, eran imprescindibles los Supermarine Spitfire Mk V.

A comienzos de 1942, el Mando de Caza de la RAF tenía en las Islas Británicas unos 57 Sqn equipados con Spitfire Mk V en diferentes variantes, más otros Sqn aún equipados con Hurricane, Beaufighter, Whirlwing  y Havoc, todos estos para misiones de cazabombardeo y caza nocturna.El potencial de Spitfire ascendía a unos 1.130 ejemplares.Pero hasta entonces, ningún Sqn de Spitfire había abandonado las Islas.Todos los Sqn de ultramar estaban equipados con el resto de modelos (básicamente Hurricane, pero también había Brewster Buffalo o Bristol Blenheim Mk IF, incluso modelos más anticuados).El Mando de Caza era muy reacio a mandar los Spitfire al extranjero, pero ciertamente el argumentado hasta entonces "riesgo de invasión" de la Islas era ya evidente que no se daba, con el grueso de la Wehrmacht implicada por completo en la URSS.Los Jefes de la RAF de los diferentes teatros de operaciones pedían Spitfire insistentemente, pero estos no se les entregaban.En el Lejano Oriente, donde la situación a comienzos de 1942 era desesperada, se les indicó claramente que ningún Sqn de Spitfire llegaría a la Zona.Sin embargo, el Mando de Caza si se permitía derrochar aparatos y pilotos en la poco rentable "ofensiva de cazas" sobre Francia (las operaciones "Circus" y similares).En marzo se perdieron unos 30 Spitfire, y en abril, nada menos que 103.

Pero afortunadamente para Malta, la idea de perder la isla, que ahora parecía que podía ser totalmente anulada como base operativa e incluso ser invadida, además de intentar volver a cortar el suministro de abastecimiento al Africa Korps, que amenazaba con una nueva ofensiva para llegar hasta Egipto, hizo que finalmente se ordenara el traslado de Spitfire hasta la zona.

El problema ahora era como hacerlo.Ya desde hacía tiempo, la Royal Navy había realizado misiones de traslado de aviones hasta la isla.Estas operaciones, llamadas extraoficialmente "Club Run" en referencia a la Fuerza H  de Gibraltar, conocida como "The Club", habían sido muy costosas: durante la Operación "Perpetual", el HMS Ark Royal, que regresaba de lanzar Hurricane hasta Malta, fue hundido por el sumergible alemán U-81.Una pérdida muy costosa.Con la llegada del II.Fliegerporps, aproximarse a la isla dentro del radio de acción de sus bombarderos no era la mejor opción.Enviarlos dentro de lentos cargueros, formado convoyes, tampoco.Gibraltar se encuentra a unos 1.760 Km de Malta, una distancia muy superior a la autonomía máxima de vuelo de los Spitfire en esos momentos, por lo que el vuelo de traslado directo, aunque no estaba descartado por completo, a la espera de intentar desarrollar nuevos depósitos de combustible auxiliares, no era factible.La única forma razonable era volver a lanzarlos desde los portaaviones, como ya se había hecho anteriormente con otros modelos, pero desde una distancia de aproximadamente 1.056 Km de la isla, para quedar  al menos fuera del radio de acción de los bombarderos de la Luftwaffe, aunque siempre estaba la amenaza de los sumergibles, y la más remota de una acción de superficie de la Marina Italiana.

Pero 1.056 Km era la distancia que había, más o menos, entre Londres y Praga, y seguía estando fuera de alcance.Por tanto, los ingenieros de Supermarine diseñaron un depósito de combustible adicional sólo para autotraslados de 409 litros que se adaptaba bajo el fuselaje, y los Mk V seleccionados para su envío fueron transformados para poder llevarlo, modificnado también el sistema de suministro de combustible.Como los demás modelos "tropicalizados", incluirían el filtro "Vokes" en un gran carenado bajo el motor, para la toma de aire del carburador, ya que el empleo de estos aviones en zonas polvorientas y arenosas haría que la entrada de partículas en el motor redujera drásticamente su vida operativa.El filtro no resultó en absoluto del agrado de los pilotos, ya que reducía el efecto de la presión de admisión de aire que entraba al carburador, reduciendo su velocidad máxima y el régimen de trepada.Su gran tamaño ofrecía mayor resistencia al avance, lo que llevó a que los Spitfire Mk V que lo montaron fueran los más lentos de la serie.Posteriormente, lo ingenieros de la Unidad de Mantenimiento 103 de Aboukir, en Egipto, diseñaron un filtro mucho más pequeño y eficaz, que acabó instalándose en la mayoría de Spitfire del teatro del Mediterráneo.Otros cambios menores para su empleo en climas cálidos incluían un depósito de agua potable de 6,8 litros, un envase para raciones de vuelo, un equipo de herramientas de emergencia y otro "kit" con pistola de señales de cartuchos, bandas de señalización terrestres y espejo heliográfico.

No solamente era la gran distancia de vuelo el único problema para el envío de los cazas.Los pilotos del Mando de Caza de la RAF no tenían apenas experiencia de vuelo en mar abierto, y las ayudas a la navegación en los monoplazas en ese momento eran limitadas, lo que provocó que en varios de los envíos fuese necesaria la presencia de aviones "guía", generalmente Blenheim, Fulmar o Skua.Otro inconveniente a sumar a la lista era que la presencia del convoy, que inevitablemente estaría formado por al menos un portaaviones, difícilmente pasaría desapercibida.Conociendo al menos aproximadamente la posición de éste, se podía calcular el momento del lanzamiento, y por tanto el de llegada, lo que casi con seguridad les brindaría un recibimiento "caliente" a los cansados pilotos, que además apenas si llevaban armamento o munición, ya que se primaba por encima de todo la carga de combustible, y además desconocían la zona de combate. Iba a ser prioritario que los equipos de tierra y los pilotos de refresco fuesen lo más rápido posible para rearmar y reabastecer los aviones para ponerlos en orden de vuelo, algo que no siempre se consiguió.

Pero como era imprescindible hacerlo, por fin, el 10 de febrero de 1942 zarpaba de las Islas Británicas el carguero Cape Hawke con 16 Spitfire Mk VB, además de 13 oficiales y 131 miembros del personal de tierra, seguido el día 16 por el portaaviones HMS Argus con otros 15 cazas.Estos eran los primeros Spitfire que abandonaban sus bases en Inglaterra para actuar desde bases en ultramar, 29 meses después del comienzo de la Guerra.

El Cape Hawke llegó a Gibraltar el día 23, y un día después lo hizo el HMS Argus.El carguero desembarcó sus aviones que iban desmontados, y el HMS Argus transfirió los suyos al HMS Eagle, mientras que en él se cargaban Fairey Fulmar para dar cobertura al convoy.Con todo preparado, el día 27 de febrero se puso en marcha la Operación Spotter, el primer convoy que llevaría los deseados Spitfire hasta Malta.

Pero sólo fue un intento, porque poco después se descubrió un fallo en los depósitos de combustible auxiliares y la operación tuvo que ser abortada, llegando de nuevo los buques a Gibraltar el día siguiente.

Con la ayuda al parecer de un técnico llegado desde Gran Bretaña, se pudo subsanar la avería rápidamente, y el día 6 de marzo zarpó de nuevo la Flota, ahora en la denominada Operación Spotter II.El HMS Eagle cargó 16 Spitfire (1), siendo escoltado por el acorazado HMS Malaya, el crucero HMS Hermione y nueve destructores.De nuevo el HMS Argus cargaba Fulmar para dar cobertura al convoy.Al amanecer del día 7, el HMS Eagle alcanzó un punto de lanzamiento a la altura de la costa Argelina, con el mar bastante revuelto.En ese punto, siete Bristol Blenheim que habían despegado desde Gibraltar se reunirían para servir de guías de navegación a los cazas.Uno de los pilotos que tenían que despegar era el Sgt Jack "Slim" Yarra, un australiano que llegaría a ser "as" sobre Malta, describió este momento en su diario:

..."Cuando llegó el momento, a las siete de la mañana del segundo día en el mar, todo el mundo estaba excitado y expectante, y la mayoría nos preguntábamos si realmente los Spitfire despegarían de la cubierta correctamente.Todos los aviones estaban alineados esperando y todo el mundo estaba en las cabinas más de media hora antes de que el primer Blenheim, que nos iba a guiar hasta allí, llegara.El Blenheim fue avistado  y el buque puso proa al viento.Se arrancó y se calentó el primer motor.De repente, el controlador naval indicó: !cuñas fuera!, y el Sqn Ld Stanley Grant metió gases y comenzó a rodar por la cubierta.Se elevó al final, cayendo ligeramente por debajo del nivel de la cubierta y fue ganando altura, a la vez que demostraba que los Spitfire podían despegar desde los portaaviones"...

El resto de los Spitfire siguieron a Grant en el aire excepto uno, precisamente el aparato del Sgt Yarra, que estaba inutilizado y se quedó en cubierta.Todos los que despegaron llegaron a Malta de forma segura y, después de aterrizar en Takali, fueron asignados al Sqn 249º.Pocos días después, el propio Sqn Ld  Grant asumía el mando del Sqn.Tanto los Blenheim que sirvieron de guía como el resto de la escolta naval regresaron sin contratiempos el día 8 a Gibraltar.

Este primer envío no pudo llegar en mejor momento, ya que por entonces, sólo 32 Hurricane quedaban en la isla en condiciones de vuelo.Tres día después, el 10 de marzo, los Spitfire entraban en combate por primera vez, reclamando un derribo, dos probables y uno dañado.La función principal de los nuevos cazas era la de proporcionar cobertura superior a los Hurricane, para que estos pudieran centrarse en los bombarderos con menor riesgo de ser atacados por los Bf 109.Pero los combates y los bombardeos continuaban sin descanso, y un par de semanas después de su llegada, el día 21, sólo quedaban 2 Spitfire en condiciones de servicio!!.

Sin embargo, la ayuda estaba de nuevo en camino, y ese mismo día volvían a despegar los Spitfire desde el HMS Eagle en la siguiente operación de traslado, la Picket I.Pero esto lo dejaremos para el próximo día.

(1)-Aquí varían un poco las fuentes que he visto.En todas ellas se dice que llegaron 15 Spitfire, pero en el libro de Osprey que cito en las fuentes, se dice que, aunque llegaron 15, realmente se cargaron 16.El aparato del Sgt Yarra no llegó a despegar, según esta fuente.



Operación Spotter II.Fotografiados desde el crucero HMS Hermione, aparece en primer plano el HMS Argus, delante de él el HMS Eagle y al fondo, el acorazado HMS Malaya.
© IWM (A 7954)
Fuente: http://www.iwm.org.uk/collections/item/object/205141948




HMS Eagle lanzando los primeros Spitfire hasta Malta, en la mañana del 7 de marzo de 1942.
Fuente: https://commons.wikimedia.org/wiki/File:Royal_Air_Force-_Malta_and_the_Mediterranean,_1940-1943._A7839.jpg

Fuentes:

-Aviones en Combate: Ases y Leyendas., Nº 13:"Los Spitfire en el Mediterráneo y el Norte de África".Osprey Aviation-Ediciones del Prado.

-Enciclopedia Ilustrada de la Aviación, Editorial Delta.Tomos 3, 4, 5.

-https://en.wikipedia.org/wiki/Malta_convoys
-https://en.wikipedia.org/wiki/Club_Run
-http://www.naval-history.net/xAH-MaltaSupply02.htm

Comentarios

  1. Un episodio tan interesante como injustamente poco tratado. Felicidades por el artículo.

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  2. Gracias Vik, sabía yo que te iba a gustar.Pronto escribiré la segunda parte, a ver si tengo tiempo!!

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